martes, diciembre 21, 2004

LO QUE SE DICE DE JUAN BEAT PARTE 1

ELLA AMABA A SCOTT WEILAND

ASTROMAN X

Body:  Ella amaba a Scott Weiland, lo deseaba resplandeciente detrás de los x-ray de un obturador para placas dentales; ella andaba con un amigo mío que amaba el jazz, tanto como los espectaculares de cerveza corona aman las películas en las que aparece la arena coliseo.

 Ella amaba a Scott Weiland mientras cruzaba el país en un autobús ATN, por entre autopistas, desiertos, paranoias y fantasías sobre imágenes de california que aparecen detrás de algunos envases de jugo de naranja; mi amigo deseaba encontrar un hermafrodita y coger con él.  Una colección de libros de anagrama penden de su cabeza, hervideros de liendres y reseñas musicales de Chavela Vargas. Ella pensaba en Scott, en No way out, creía en el deseo cuando sus pezones se levantaban sobre la lengua de él.

 El amaba a Scott pero no se lo decía a ella, si hubiesen podido, ambos cogerían con Weiland, entre fotografías de retiros espirituales Zen enterrados en Arizona o en Durango.

 A veces sentían deseos de estar juntos para platicar desnudos en la cama de él, mientras su padre estaría trabajando o cruzando la ciudad en un 6 cilindros. Él sacaba una cerveza o dos, ella se escuchaba a si misma hablando sobre su karma y la estandarización de escalas multivariadas diseñadas para medir el concepto “violencia”, en niños de 8 a 12 años, originarios de Torreón, escogidos aleatoriamente bajo un programa no-probabilistico que nunca supo como programar. Él solo destapaba su cerveza, oía a Héctor Infanzón, miraba los senos de ella, sus grandes pezones oscuros y ovales, como colchonetas de hule con agua caliente.

Viajaban en metro por la línea 2, mirando hoteles, cines, autos, después transbordaban al tren ligero, se sentaban juntos, se tomaban de las manos, ella creía que uno de esos días habría de suceder algo interesante mientras sentía su mano acalorada y cubierta de sudor pastoso; él deseaba cogérsela dentro del vagón frente a todos.  

A ella no le atraía sexualmente él, a él solo le atraía sexualmente ella. Ambos amaban a Scott Weiland, ambos se excitaban en imaginarlo a su alrededor, quizá como en doom generation; le llamarían X a Scott, le besarían los ojos, felarían en una habitación pagada por ella.   

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